Caminar, caminar y caminar se ha vuelto un clásico en nuestras vidas. Largos paseos. Andar por andar
Antoñito me acompaña de vez en cuando. Incluso Martín se apunta. Y el último día Bruno también.
Antonio ha viajado este mes y el anterior y de regreso de uno de sus viajes decidimos salir a dar una vuelta. Esta vez ni Bruno ni Martín nos acompañaron, así que decidimos dar una vuelta corta.
Íbamos por Madrid Río poniéndonos al día: la semana, los niños, el viaje, el trabajo… y Antonio me preguntó qué tal con mi madre; y es que mi madre viene a ayudarme cuando Antonio viaja. Tanto ella como yo sabemos que podría no hacerlo, pero le gusta.
-¿qué tal con tu madre?
-Bien. A veces me pasa que dice o hace cosas que podría contestarle pero entonces pienso que «no merece la pena»; y es que siento que estoy en tiempo de descuento con mis padres.
-No merece la pena. Es algo que aprendí tarde con Pepe
Y entonces me eché a llorar.