Pues sí, me he calzado las zapatillas. Las mallas (que desde hace un año son casi mi uniforme) y, aprovechando que Martín y Bruno estaban con Antonio en el parque y Diego jugando con los amigos también en el parque. Me he ido a caminar
Me he puesto también los cascos. Unos cascos maravillosos que hacen que no oigas nada de fuera. Así que me han acompañado a la ida Primal Scream y a la vuelta Phoebe Bridgers y Fiona Apple
Y he visto…
He visto una niña muy pequeña montando en un monopatín
gente girándose al ver a un chico con el pelo fosforito
dos chicos con el mismo collar unidos por una cadena (y he pensado al verlos que ojalá no les pase nada)
una pareja de ancianos caminando despacito de la mano
una señora con su andador y una mujer a su lado
paneles solares y un huerto urbano
la ermita donde me casé
la urbanización donde vivieron Natalia y Javier (y he pensado que yo he estado en la piscina de esa ‘urba’)
dos policías montando en bici que le han dicho a un ciclista con un gesto de la mano que vaya más despacio
una chica con una camiseta de Oceana (me gusta su cuenta de twitter y por eso la he reconocido)
niños con rabietas, niños sin rabietas, familias, amigos.
he visto patos
he visto el río y un lago
unos árboles que reflejaban la puesta de sol
también unas terrazas rojas con esa luz tan especial
y he pensado en la palabra ‘ocaso’ pero me resulta triste y el momento no lo era
he vuelto. O eso creo
