Pensamientos

Persiguiendo a Josh Rouse por las ascuas del tiempo

El 9 de enero de hace dos años Antonio recibió una llamada mía en su oficina. Le pedí que se conectara a internet y fui dándole pasos a seguir. El regalo por el cuarenta cumpleaños de Antonio fueron un par de entradas al concierto de Josh Rouse que, por aquel entonces, publicaba The Happiness Waltz. Mediante http://www.pledgemusic.com/-crowdfunding- aportabas dinero para la grabación del disco. El regalo de Antonio: un meet and greet.

El proyecto se llevó a cabo y una vez grabado el disco comenzó la gira. La gente de Pledgemusic se puso en contacto conmigo para acceder a alguno de sus conciertos. A mediados de febrero recibimos la noticia del cáncer de próstata de mi padre. Así que escribí al equipo de Pledgemusic contándoles nuestra situación y que, por el momento, no podíamos escoger fecha para ningún concierto. Recibí un mensaje muy amable donde me decían que lo entendían y deseaban que todo fuera bien.

El año pasado hicimos un intento de ver a Josh Rouse. Si la memoria no me engaña, el concierto en cuestión eran versiones de Violent Femmes. Cuando la gente de Pledge nos dijo que podíamos asistir al concierto, nosotros ya habíamos hecho nuestros planes y no fue posible asistir al concierto.

Parecía que nunca iba a llegar el día y, en un intercambio de correos matutinos con Antonio hará cosa de un mes, hablamos del nuevo disco y nueva gira de Rouse. La logística: buscar canguro para los peques y ponernos en contacto con Pledgemusic para ver si aún era posible acudir al concierto.

Mediante un mensaje que empezaba diciendo «Third time lucky?» escribí a Pledgemusic y en seguida una persona de Grabaciones en el Mar se puso en contacto conmigo para acceder a mi pledge.

El viernes pasado recibí un correo de Antonio donde decía que le apetecía mucho el concierto y eso hizo que a mí me entrara también el gusanillo. Hacia las ocho de la tarde éramos «libres» y fuimos a la sala Copérnico. Comimos algo y asistimos al concierto. No me desgañité ni brinqué pero te puedo decir que lo disfruté muchísimo. Conocimos a Rouse con el 1972, después escuchamos un disco anterior llamado Nashville y desde entonces nos ha venido acompañando en muchos puntos de nuestra vida. Creo que la del viernes era la cuarta vez que lo veíamos. La primera vez que lo vi recuerdo haber pensado que era el típico chico que podría viajar contigo en metro y no repararías en la de cosas que te puede decir con su música.

Muchas de las canciones del viernes eran del nuevo disco, muchas eran viejas conocidas. En la galería de fotos tienes la Set List; la misma que puedes escuchar en el enlace de abajo. No. No me he equivocado; ya sé que hay una de R.E.M. él la cantó y he querido incluirla. Una salvedad: Happiness Waltz no la cantó al final, pero no sé exactamente en qué punto lo hizo.

Al terminar el concierto, el propio Josh Rouse salió a vender sus propios discos. Compramos el Embers of Time y un par de vinilos que firmó junto a nuestros nombres; y cruzamos dos palabras con él. Estas situaciones son incómodas por ser artificiales; pero sí le agradecí haber tocado Happiness Waltz. Me dijo que no solía tocarla porque no era fácil. Es una de mis favoritas.

¿El disco? Pues es un disco bonito. No es triste, pero tiene cierta melancolía. El sonido, sin abandonar la marca de la casa sí tiene una vuelta a sus orígenes. Ese regreso a Nebraska y la nostalgia, la melancolía, las letras, … puedes sentir con él una crisis de los cuarenta. Pero, insisto, sin tristeza.

No quiero terminar este post sin dar las gracias a Mike Fordham y Christopher Moon de Pledgemusic, así como a Pedro de Grabaciones en el Mar por hacer posible celebrar, con dos años de retraso, el 40 cumpleaños de Antonio con un disco que, casualidades de la vida, mucho tienen que ver con esta edad.

Feliz fin de semana

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