Un mes ha pasado desde mi último post. Si lo miras, estaba recién incorporada de nuestras vacaciones. ¿Qué ha pasado durante este mes?
Pues básicamente nos hemos ido haciendo a nuestros nuevos horarios. Los madrugones, el horario escolar, las tardes de parque, …
Diego ha empezado primero de primaria y va muy concienciado. Quise ir con él a comprar su material y su nueva y gigante mochila que llena cada día con un balón de gomaespuma.
Martín y Bruno, redoble de tambores, comienzan su último curso de infantil. Van muy contentos. Ajenos a mi preocupación por su nivel más bajo y por la certeza de lo que les costará el cambio a primaria.
Hemos tenido también una vuelta a la normalidad en todos los sentidos: Antonio ha vuelto a viajar. Yo he vuelto a mis reuniones con mis voluntariados. Hemos vuelto a las comidas con los abuelos los domingos…
Vuelta.
También nos hicimos un regalo: tal como hicimos el año pasado, nos fuimos al pueblo de mi padre a disfrutar del segundo finde de septiembre. Recogimos moras y visitamos Barca d’Alva en Portugal. Me encanta en esta época del año.
Y en cuanto a mi percepción te diré que es de tranquilidad absoluta. Como el calor del verano que poco a poco nos va dejando. Pues más o menos así hemos empezado el curso. Tranquilos. Dejándonos llevar.
Feliz fin de semana.