Cerca de donde viven mis padres venden un hotel. Hace tiempo mi padre me dijo que si un día le tocaba la lotería lo compraría y lo convertiría en una residencia de ancianos para poder traer a su madre. Me pareció triste y bonito a la vez, porque cuando mi padre me lo dijo mi abuela ya contaba más de cien años. Sigue leyendo «¿Mi abuela? Haciendo ganchillo, supongo»