Diego pide independencia a gritos. Empiezo (con congoja) a dejar que vuela solo de clase de música -ensayamos previamente dejándole volver hasta el parque, pero ahora ya vuelve solo a casa- y dejando que baje la basura o vaya a comprar pan.
Hace unas semanas fue solícito a la panadería. Cuando volvió me entregó la barra y las vueltas.
No sabes comprar pan