Bienvenido octubre,
no quiero que se me olviden dos anécdotas de esta semana. La primera me pasó una noche hablando con Diego en su cama. Normalmente después de leer el cuento solemos hablar. Me contó que había estado jugando con la pelota y que alguien se la tiró y le dio en el pecho. «Aquí está el corazón» me dijo señalándose con la mano la parte izquierda del pecho. «Me han partido el corazón» dijo después.
Qué triste pensar que algún día esa frase tendrá sentido. Deseo que no suceda nunca pero el corazón se rompe en ocasiones, es inevitable. Pero ahí estaremos -si quiere- para pegarlo con loctite.
Cuando hablo de corazones rotos me viene a la memoria esta escena de los Simpson. Muy gráfica y que en cierto modo he llegado a sentir
Pero no hablemos de cosas tristes; sigamos en la dulce inocencia
Lo otro que os quería contar ha pasado esta mañana. En el momento de arrancar el coche e ir a salir del garaje. Sonaba, como siempre, la radio y de repente Diego ha dicho «es la de Gru» y Martín y Bruno se han puesto a «bailar» en el asiento.
No. No era la de Pharrell Williams, sino una canción de los Bee Gees con la que os deseo un feliz fin de semana, y tomad nota: you should be dancing!.
tumpitula 