Diego, Indiana Jones, mamá y su cumple

¿Cómo ha ido vuestra semana? ¿O debería decir vuestras dos semanas? La semana pasada me fue imposible conectarme y como veo que el finde -y mañana- tampoco voy a poder, aquí me tenéis.

Mis días centrados en los horarios de los pequeños. Se ha ido septiembre y reconozco que lo llevo yo peor que ellos. Y es que se me hace cuesta arriba malcomer y adaptarme a sus horarios: lunes-miércoles piscina, martes atención temprana… y todas las tardes con la sensación de no llegar. De no darles un rato de relax. Y la pena porque vamos al parque menos de lo que me gustaría. La etapa infantil dura muy poco y el año que viene a Diego se le acaba el chollo.

Con todo y con eso, disfruto de ellos. Me lo van poniendo más fácil. Esta semana he tenido la reunión con las profes de los peques. Las actividades de Diego ya son de mayor de cinco años. Saldrá a un museo entre otras actividades. Los peques saldrán también: a una biblioteca.

Los pequeños -Diego incluido- están más tranquilos. Disfrutan pintando, preguntando cómo se coge el lápiz (Bruno), jugando con el móvil, leyendo matrículas (Martín y Bruno) y eso me da cancha.

Me gusta. Me gusta porque veo que se entretienen y porque atienden cuando les explicas.

Diego me gusta. Se fía de mí. De lo que le cuento. No duda y está abierto. La otra noche le hablé de Indiana Jones. Le expliqué que era una peli de aventuras, que era un chico que lleva un sombrero y un látigo, que corre muchas aventuras y le conté que en una de las pelis salía Data (su personaje favorito en los Goonies). Se la vendí tan bien que le apeteció verla. La peli por la que empezamos fue la del Templo Perdido. No es la mejor pero a él le encantó. Se ponía nervioso diciendo lo que haría él si le rodearan en un puente colgante o si tuviera que pelearse con los malos. No dejé que viera la escena del corazón -esa donde en un sacrificio le extraen el corazón a un pobre sacrificado-. A mí me impresionó en su día y la vi con más de cinco años. Conclusión: Diego se deja aconsejar -de momento- por lo que le vamos ofreciendo: Star Wars, Goonies, Cazafantasmas, Rugrats, y ahora Indiana Jones. Y eso me gusta: porque se fía, porque disfruta.

También me ha pasado otra cosa estos días. La otra noche llevé a mi madre a casa en coche. Me gusta llevarla porque normalmente charlamos; de naderías, pero charlamos. Mi madre está cansada. Cansada de trabajar. Lleva, como muchos de su generación, currando toda la vida. Ya hace años me dijo que mi padre le había dicho que cuando llegas a los sesenta te cansas, y que tenía razón. Así que íbamos hablando de su jubilación, de que en el momento que cumpla años el año que viene la solicita. Y de repente dijo «qué rápido se me ha pasado la vida». No lo dijo con pena. Fue simplemente una reflexión. Y me dio pena a mí. Y la entendí. Porque más o menos tengo yo también esa sensación.

No sabía con qué dejaros esta semana, pero quiero dedicárselo a la madre que me parió. Así que te voy a dejar con una versión de una canción que es de José Luis Perales -aunque la cantó Jeanette- La versión es de un grupo noventero llamado Iluminados.
…o una de Adamo (no te pierdas la letra). Tengo el recuerdo de mi padre regalándole el vinilo doble a mi madre de Adamo en español. Ponerlo y bailar juntos.
…o una de Los tres sudamericanos, que me recuerda más a Miguel Ángel, pero que sin los discos de mis padres no habría descubierto nunca.

Cierro la minilista con un bonus track: una canción que viene al hilo con la reflexión en voz alta de mi madre.

Te dejo con esas cuatro canciones -para muestra un botón- pero mi infancia estuvo plagada de José Luis Perales, Julio Iglesias, Paloma San Basilio, Camilo Sesto, etc.

En cuanto a Julio Iglesias, os dejo con un vídeo que me encanta. El original era de La Trinca, pero la calidad del video no es muy buena, así que te dejo con esta.

Felicidades mami.

Feliz fin de semana.
Por cierto, mi madre cantaba mucho La Tarara cuando yo era pequeña.