Ayer tuvimos una triste noticia. Se fue el hombre de la mirada inteligente: Antonio Fraguas, más conocido como Forges.
Amanecí con la noticia. Estaba a punto de salir de casa cuando me lo dijo Antonio. Qué pena. Otro de mis referentes que se marcha. ¿Y qué voy a hacer por las mañanas? Lo primero que hacía, desde hace años (cuando digo años es décadas en plural) era ver su viñeta.
En la radio, Ángel Carmona no gritó «Las ochooooooo» como suele hacer. En su lugar hizo su particular homenaje parafraseando un conocido chiste suyo:»Mariano, las ocho» «Que pasen» respondía un remolón Mariano. Solo que en el dibujo original no eran las ocho, sino las siete.
Escuchando la radio supe, del propio Forges, su insistencia en dedicarse a dibujar y el consejo de su padre: se ha de reconocer un dibujo tuyo a distancia. Y Forges lo intentaba una y otra vez hasta que por fin su padre le dio el visto bueno. Es una historia muy tierna. Puedes escucharla aquí .
Durante el día mi Timeline se tiñó de viñetas de Forges. Sensación extraña esa de que una sonrisa sea triste.
Y de repente, me entraron ganas de compartir contigo un recuerdo: la habitación de mis tías Julia y Clara (¿o fue en la de Miguel Ángel?). Sentados en la mesa tomando café estábamos Alfonso, Miguel Ángel y yo y leíamos unas fotocopias de Forges dedicadas a los enfermeros (personal médico, no recuerdo exactamente cuál) Y llorar de la risa porque en una de las viñetas había dibujado un cruasán revenido. Prometo subir la viñeta si algún día la encuentro.
Forges ha sido un compañero más. Guardo correos enviados a Antonio con algunas de sus viñetas, y a las compis con motivo del día de la mujer, y a Ros cuando era becaria para que viera que Forges empatizaba con los de su gremio, a amigos porque la viñeta del día venía que ni pintada con lo que habláramos en el correo, a compañeros/amigos voluntarios en el día del voluntariado, …
Uno de los hashtag de ayer fue #GraciasForges Y no pudo ser más acertado.
Te dejo la última viñeta que le dedica a su público fiel.
Yo también te quiero Forges, proclamo.
Feliz finde, y no te olvides de Haití
tumpitula 